Chile avanza en el proceso para adherir oficialmente al Compromiso de Transparencia en la Industria extractiva (conocido como EITI por sus siglas en inglés), una iniciativa que además está incluida en el eje del sector privado de la Estrategia Nacional de Integridad Pública (ENIP), lanzada en diciembre de 2023, que busca -precisamente- fortalecer marcos normativos y promover la corresponsabilidad de los privados de cara a la generación de una cultura de integridad.
¿De qué se trata esta iniciativa? ¿cuál es su importancia? El EITI surgió en Londres en 2003 a partir del interés de un grupo de 140 delegados del sector gubernamental, empresas, industrias, organizaciones internacionales y de la sociedad civil y hoy es implementado ya por 55 países de todo el mundo. “Hablamos de un programa sin fines de lucro que se orientó inicialmente a aumentar los estándares de transparencia frente a las transferencias monetarias realizadas por la industria extractiva de recursos naturales. Esto incluye actividades petroleras, gasíferas y mineras, a los gobiernos y a entidades ligadas a los gobiernos. Y busca hacerse cargo de evidencia que mostró que los beneficios -potenciales- de estas industrias no se estaban materializando en la práctica, por el contrario, se relacionaban con elevados niveles de pobreza, conflictos y también corrupción”, explica Valeria Lübbert, secretaria ejecutiva de la Comisión Asesora Presidencial para la Integridad Pública y Transparencia del Ministerio Segpres, que tiene a cargo el impulso de la mencionada Estrategia Nacional de Integridad Pública.
En la práctica esta iniciativa internacional se definió como un estándar que compromete a los gobiernos miembros a implementarlo, cumpliendo con diversos requerimientos. La sociedad civil también posee un rol clave en el EITI, ya que éste considera que la ciudadanía tiene interés en conocer el uso del dinero que sus gobiernos centrales, regionales y locales reciben de la explotación de los recursos naturales.
El estándar EITI ha evolucionado bastante en sus casi 21 años de historia, desde un foco más bien económico hacia otro más moderno e integral, con mejor metodología y enfocado en el cuidado de los recursos naturales y los Datos Abiertos. En sus inicios se establecieron como criterios de divulgación los pagos de origen extractivo realizados por las empresas a los gobiernos y viceversa. Tras ello surgieron actualizaciones, precisando los detalles que debían contener los informes, como validaciones, revisiones, ingresos fiscales, también se establecieron puntos de referencia en materia de transparencia de las industrias extractivas; se mejoró la metodología de recolección de la información, rendición de cuentas sobre la gestión de los recursos naturales, entre ellos, transparencia fiscal, el comercio de materias primas, beneficiarios finales y licencias. Asimismo, se optó por difundir la información en formato de datos abiertos, para mejor el acceso y compresión de parte de los diversos interesados.
Finalmente, en 2023 se presentó una nueva actualización del Estándar, que se encuentra vigente. “Uno de los ítems que se consideran en esta versión, es la divulgación de información relacionada a transición energética, es decir, la transición hacia las energías limpias para abordar la emergencia climática. También se incorporan nuevos requisitos de divulgación en áreas clave, como la igualdad de género, el monitoreo e impacto social y ambiental, la minería artesanal y de pequeña escala, y las consultas a las comunidades”, añadió la responsable de la Comisión Asesora Presidencial para la Integridad Pública y Transparencia.
El camino de Chile
De cara al progreso de nuestro país, hoy se puede establecer que nos encontramos en paso 1 de cara a lograr la adhesión plena al EITI, es decir, con una participación plena en el denominado Grupo Multipartícipe (GMP).
Como antecedente, la Cámara de Diputados de Chile aprobó en enero de 2013, un proyecto de resolución para implementar el estándar.
A continuación, gracias al impulso del actual gobierno y de la Estrategia Nacional de Integridad Pública (ENIP) se reimpulsa el trabajo en torno al EITI liderado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco). Así, tras convocatorias abiertas y cerradas realizadas a inicios del año, hoy se está definiendo la constitución del GMP, incluyendo a instituciones del sector público, sociedad civil y empresas. Tras la nominación de representantes y suplentes del Grupo Multipartícipe, se fijó para noviembre próximo el lanzamiento de la iniciativa, sumado a la publicación de su plan de trabajo y la postulación de Chile al estándar Internacional EITI.
Una vez que Chile sea aceptado como miembro de EITI, deberá cumplir con los requisitos de establecer un Marco legal e institucional, contratos y licencias; dar a conocer la información de exploración y producción; promover la comprensión de los pagos de empresas e ingresos a gobiernos para mejorar la gobernanza de la industria extractiva; divulgar la distribución de los ingresos, para que las partes interesadas comprendan cómo se registran en los presupuestos nacionales y subnacionales, esto también permitirá determinar si el sector extractivo está generando los impactos y resultados económicos, sociales y ambientales deseables, al tiempo que posibilitará un dialogo acerca del manejo de los ingresos de los recursos naturales.