En el encuentro participó el Contralor General de la República, Jorge Bermúdez, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Asesora Presidencial para la integridad Pública y Transparencia, Valeria Lübbert, y funcionarios de ambas entidades.

La Comisión Asesora Presidencial para la Integridad Pública y Transparencia (CIPyT), dependiente del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, continúa trabajando en la elaboración de una Estrategia Nacional de Integridad Pública, la que fue anunciada por el Presidente Gabriel Boric en su pasada Cuenta Pública.

Con el objetivo de implementar una Estrategia robusta y eficiente, que permita avanzar en una cultura de la probidad y transparencia, la Comisión ha llevado a cabo una serie de encuentros que permitan avanzar colaborativa y participativamente, conociendo la opinión de diferentes sectores. De esta manera, ya se llevó a cabo una jornada de trabajo con organizaciones de la sociedad civil y la academia, y ahora fue el turno de la Contraloría General de la República.

El encuentro con el ente fiscalizador se llevó a cabo en sus oficinas, contó con la presencia del Contralor Jorge Bermúdez y tenía como objetivo principal conocer la experiencia de la Contraloría en la elaboración de su propia Estrategia Anticorrupción.  

En dicha instancia se dieron a conocer las lecciones aprendidas durante el proceso y la metodología que utilizaron para llevar a cabo su Estrategia, donde un eje central fue la participación, lo que se realizó a través de grupos focales y encuestas.

La Secretaria Ejecutiva de la CIPyT, Valeria Lübbert, valoró el encuentro y destacó la voluntad y disposición de la Contraloría General de la República de compartir su experiencia y apoyar en el desarrollo de la Estrategia Nacional de Integridad Pública. “Es fundamental enfatizar que no empezamos de cero. Hay un trabajo potente hecho por la Contraloría, que es nuestro punto de partida. Tener estos espacios de colaboración y participación, que nos permitirán contar con insumos que hagan de nuestra Estrategia una guía robusta y potente, que nos permita avanzar hacia una cultura de la probidad y transparencia, recomponiendo la confianza de los ciudadanos y ciudadanas con el Estado y sus instituciones”, señaló.