La Red de Lenguaje Claro llevó a cabo recientemente su primera reunión de trabajo del año. En la cita los miembros de la instancia, nacida en 2016 para impulsar la promoción del uso de un lenguaje claro en las instituciones del Estado, oficializaron que la secretaría temporal quedara en manos de la Comisión de Integridad Pública y Transparencia (CIPyT) del Ministerio Secretaría General de la Presidencia.
Tras ello, el organismo integrado el Poder judicial; la Contraloría General de la República; la Cámara de Diputadas y Diputados; el Consejo para la Transparencia; la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Biblioteca del Congreso Nacional, junto al Ministerio Público; Defensoría penal Pública; 1° Tribunal Ambiental; 3° Tribunal Ambiental; Superintendencia de salud; Corporación Asistencia Judicial Valparaíso; Dirección de Compras y Contratación Pública; Universidad de la Serena; Senado; Academia Chilena de la Lengua; Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA); Servicio de Impuestos Internos, y el Servicio Nacional de Aduana, definió sus lineamientos de trabajo para el año 2024:
“La Red trabajará este año en torno a la cooperación técnica y difusión, la entrega de capacitaciones, vinculación interinstitucional y el desarrollo de productos entre los que se cuenta finalizar la actualización del protocolo de funcionamiento de la Red, impulsar nuevas iniciativas y la creación de productos propias de la Red”, explica la secretaria ejecutiva de la Comisión de Integridad Pública y Transparencia, Valeria Lübbert.
Nexo con la Estrategia Nacional de Integridad Pública
Hay que destacar además que en el marco del avance de la Estrategia Nacional de Integridad Pública (ENIP), lanzada en diciembre pasado, se espera que la Red de Lenguaje Claro entregue respaldo técnico a la realización de talleres y guías de lenguaje claro.
A ojos de Valeria Lübbert, “las herramientas e importantes conocimientos que sustentan el uso de un lenguaje claro permiten ayudar a facilitar la vida de las personas sobre todo en su relación con las instituciones públicas y los múltiples trámites que se realizan en ellas. Pero eso no es todo. El lenguaje claro también favorece la integridad y transparencia en el ámbito público al posibilitar que se entiendan, en términos simples, sus labores de ahí que se haya sumado a la nueva Estrategia de Integridad Pública, como un importante componente entre sus 210 medidas”
En la práctica, el lenguaje claro se define como un estilo de redacción simple y eficiente que ayude a las personas a entender con facilidad lo escrito. Se trata de una técnica ya usada en varios países, que permite comprender sin necesidad de releer y encontrar la información apropiada para tomar una decisión o iniciar una acción. Este estilo de redacción tiene en cuenta, además del texto, la estructura, la edición, el lenguaje visual y el diseño.
Entre las herramientas ya desarrolladas por la Red de Lenguaje Claro destacan: las Recomendaciones Lenguaje Claro y Comprensible, El Glosario de Términos Jurídico y la Propuesta Manual de Estilo para Redacción de Sentencias, poster de terminología jurídica y la Revista Acceso a la Justicia: Lenguaje Claro.