Este martes 13 de marzo, la Comisión Asesora Presidencial para la Integridad Pública y Transparencia (CIPyT) del Ministerio Secretaria General de la Presidencia (Segpres) llevó a cabo un Seminario en el que se analizó -en profundidad- la modernización de la Ley de Lobby y la gestión de intereses particulares.
El encuentro fue inaugurado por la subsecretaria de Segpres, Macarena Lobos, quien explicó que “avanzar hacia una nueva regulación del lobby, mejorando lo establecido en la Ley N°20.730, es un compromiso del programa de Gobierno y que fue refrendado por el Presidente Gabriel Boric en su última Cuenta Pública.”
“La Ley de Lobby requiere modernización”, enfatizó Lobos y añadió que “cuando se promulgó en 2014, nos situó como pioneros y modelo en la materia. A casi diez años de su implementación, hay nuevos desafíos que enfrentar y ya existe un balance acerca de sus debilidades y fortalezas”. La Subsecretaria de Segpres apuntó además que, “la Estrategia Nacional de Integridad Pública (ENIP) busca implementar un plan a largo plazo para promover la integridad y la transparencia en el país. La reforma a la Ley de lobby se presenta entonces, como una reforma clave en uno de los ejes de la ENIP, que es la integridad en el sector privado. Por otra parte, el equipo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) expondrá hoy sobre las nuevas recomendaciones en la materia y anunciará la realización de un informe sobre Chile, que servirá como base para el proyecto de ley y para que el país esté alineado con las recomendaciones desde un principio”.
Camarón que se duerme…
Con el mismo tono, la Secretaria Ejecutiva de la CIPyT, Valeria Lübbert, comentó que “hoy muchos se preguntan por qué se debe avanzar en perfeccionar nuestra regulación sobre Lobby y el ejercicio de influencia en la toma de decisiones. Tenemos una legislación que en su momento cumplió con las recomendaciones del año 2010 de la OCDE, pero hoy la complejidad del mundo nos exige enfrentar una nueva realidad. La OCDE sacará nuevas recomendaciones, atendiendo a esta complejización de la democracia y tenemos que hacernos cargo. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente”.
El representante de División de Integridad Pública de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Fréderic Boehm, esbozó, a su turno, una panorámica del trabajo de la OCDE en Lobby con una mirada crítica, que valoró el trabajo de la última década en el país, pero, al mismo tiempo, precisó que Chile la desconfianza institucional es más extendida y sobresale a nivel de la región, además ejerce presión sobre lobistas, entes privados y públicos.
Desde sociedad civil, el Presidente del Consejo para la Transparencia, Francisco Leturia, relevó los avances que trajo aparejada la Ley de Lobby ya implementada, tales como “el registro de audiencias, porque hay que reconocer lo que tenemos. No obstante, la ley actual muchas veces no permite tener claros los intereses y quién los representa”
El investigador de Espacio Público, Benjamín García, en tanto, enumeró algunos de los elementos que debe incluir una Ley de lobby moderna y actualizada, que vaya más allá de una audiencia pública, al señalar que “se deben mejorar la transparencia y calidad de la información del lobby, publicando clientes, remuneraciones de lobistas y beneficiarios finales”.
En la misma línea, el director de Chile Transparente, Enrique Rajevic, sentenció que “sería ideal que, bajo la Ley de lobby, las reuniones se entiendan en un sentido amplio y que siempre que haya interacción, que procure influir en una decisión, quede registrado adecuadamente”.